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Malla
Hay que poner una malla sobre el orificio de
drenaje tanto para evitar que se salga la tierra como
para facilitar el anclaje de la planta al recipiente |

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Los recipientes de bonsái
tienen agujeros en el fondo que impiden que se estanque el agua
y permiten oxigenarse al aparato radicular. Antes de iniciar la
operación, por tanto, es necesario poner sobre el agujero una
malla que permita el paso del agua y el aire pero que, a la vez,
evite que el sustrato utilizado para el trasplante pueda escapar
al exterior.
La secuencia fotográfica de
esta página muestra cómo preparar el alambre ligándolo a la
malla del fondo del contenedor; éste será después usado para
reafirmar las raíces, dando estabilidad a la planta. Si se trata
de un bonsái de grupo utilizaremos el alambre sólo para los
árboles más voluminosos, mientras que los otros ejemplares se
sujetarán a los primeros (siempre mediante hilos). Este anclaje
se eliminará cuando el bonsái haya desarrollado un aparato
radical suficiente (unos 5-6 meses después del trasplante).
Se cortan cerca de 40 cm de
alambre (la longitud dependerá del recipiente usado y de la
distancia existente entre los agujeros) que sirva para el
anclaje (ǿ 1-1,5 mm) y se enrosca en torno a un trozo de varilla
metálica (ǿ 4-5 mm) dejando dos extremos de la misma longitud.

Desde abajo, se introduce el alambre entre
los agujeros de la malla y, girando el recipiente, hacemos que
se adhiera al fondo disponiéndolo diametralmente. Ahora podremos
introducir en el recipiente la primera capa de tierra.
Una fase importante y delicada de la
operación de trasplante es la limpieza y examen de las raíces de
la planta con la que se trabaja. Hay que distinguir cuáles
eliminar porque estén muertas o se hayan engrosado en exceso y
resulten embarazosas (véase fotografía de abajo).

Una vez limpias las raíces, se pone el
bonsái en el recipiente. Para el ejemplar fotografiado se usó un
recipiente oval, pero también puede utilizarse de otras formas.
En el caso de un recipiente con otra forma, hay que prestar
especial atención en esta fase al «frente del bonsái», es decir,
al lado desde el que lo ve quien lo observa.

Ahora, con gran delicadeza, anclaremos con
el alambre el aparato radical de la plantita, recubriéndolo en
su totalidad con tierra, y después regaremos.

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Tras el anclaje
Se comprueba que el alambre no esté
muy apretado; luego se elimina el sobrante |
Fuente:www.wikilearning.com |